👍 La legalidad de cerrar un contrato con un emoji por chat puede variar según la jurisdicción y las leyes aplicables en cada país. En general, los contratos deben cumplir ciertos requisitos para ser considerados válidos y vinculantes, independientemente del medio utilizado para su formación.
En muchos países, un contrato debe contener ciertos elementos esenciales, como una oferta válida, una aceptación válida, la capacidad legal de las partes involucradas, el consentimiento mutuo y una consideración o beneficio que se intercambia entre las partes. Además, algunos contratos pueden requerir formalidades adicionales, como la firma escrita o la presencia de testigos.
Utilizar un emoji solo para cerrar un contrato por chat podría plantear problemas en términos de evidencia y claridad de las intenciones de las partes. Los emojis pueden ser ambiguos y tener diferentes interpretaciones según el contexto o la cultura, lo que podría generar confusiones o malentendidos sobre los términos acordados.
Por lo tanto, aunque es posible que algunas jurisdicciones puedan considerar un contrato cerrado por chat con un emoji como válido, es más recomendable utilizar lenguaje claro y explícito, incluir la confirmación escrita de las partes involucradas y, si es necesario, obtener una firma electrónica o manuscrita, dependiendo de las leyes locales.
En situaciones legales o comerciales importantes, siempre es aconsejable buscar asesoría legal para asegurarse de que el contrato cumpla con todos los requisitos legales y proteger los intereses de todas las partes involucradas. La prevención y la claridad son fundamentales para evitar conflictos futuros.
El significado preciso de los emojis y su implicación en la celebración de los contratos seguirá siendo un tema de debate alrededor del mundo, pero si en algo están de acuerdo la mayoría de expertos es que se tendrá que analizar cada caso en concreto, pues permitir que una imagen de pulgar hacia arriba signifique que se está de acuerdo con un contrato abriría las puertas a todo tipo de casos en los que se pida a los tribunales que definan el significado de otros emojis, como un apretón de manos o un puño o a analizar un tema aún más complejo, que es la intención real que tenían las partes para poderse acreditar el consentimiento, requisito esencial para la celebración de un contrato.
Fuente: Muñoz Montilla Abogados – Ámbito Jurídico